martes, 26 de agosto de 2014

Sociedad Maldita II (PV)

"¿Qué, tienes novio/a ya?". "Anda, ya tienes novio/a, y ¿cuándo os vais a casar? porque os vais a casar, ¿no?". "¿Ya os habéis casado? Pues ahora a por la criatura, no sea que se os pase el arroz". "Qué bonito/a está, y ¿cuándo le vais a dar un/a hermanito/a?". 

¿Os suena alguna de estas preguntas? Sí, ¿verdad? En algún momento de nuestras vidas nos han hecho estas y otras preguntas más. A mi sólo me han llegado a preguntar hasta la de casarme, aunque tampoco me "acosaban" mucho porque estuve con mi expareja viviendo de forma pecaminosa (léase con un ligero tono irónico). Sí, es cierto que en alguna ocasión me preguntaron lo de los hijos, pero creo que soy bastante expresiva con la cara y, no me preguntaron muchas más veces, así que no me puedo quejar demasiado.
Hablo de esto, básicamente, porque no hay nadie con quien haya hablado sobre este tema, que no le haya molestado que les hicieran estas preguntas, obviamente, porque cada uno tiene su ritmo y estilo de vida.
Poneos en la situación de una chica que tenga entre 20-22 años, sin novio, estudiando o trabajando. Se le acerca una amiga de su abuela y le pregunta: "¿Qué, tienes novio ya?". La chica piensa: "Y a tí que coño te importa", pero responde con un cortés "Pues no, todavía no tengo novio" y sonríe lo más falsamente que puede. La mujer insiste en decirle que con lo guapa que es, es raro que no tenga novio, que seguro que tiene muchos pretendientes. La chica, obviamente, insiste en que no es así. Entonces, la mujer la mira recelosa, como pensando que algo oscuro esconde, pero pronto se le pasa y, curiosamente, conoce a un chico guapísimo (a ella se lo parece...) y muy listo y muy trabajador y que si quiere que se lo presente. La chica la mira con cara de pocos amigos y rechaza lo más cortésmente que puede la invitación. Esto es algo que la mayoría de la gente NO debería hacer, pero lo hacen y, algunos/as, con malicia.
Ahora bien, esta chica tiene ya 22-23 años y tiene novio. Llevan entre seis meses y un año, aproximadamente, saliendo. La misma amiga de la abuela, se le acerca a la muchacha y le dice: "Anda, ya tienes novio, y ¿cuándo os vais a casar? porque os vais a casar, ¿no?". La chica no sabe si darle una paliza o matarla y echarla en un puchero para que se la coma su abuela. En vez de esto, le dice lo más calmada que puede: "Uy, nooo, todavía falta mucho para eso...". La mujer, se la mira y hace el gesto de cogerse las manos por debajo del pecho, baja la cabeza y de reojo le dice: "Ah, claro, ya entiendo, vosotros sois de esos que se van a vivir en pecado. Claro, claro...". La chica la mira boquiabierta y la deja por imposible, negando con la cabeza. Sí, es cierto, que ya hay cada vez menos de estas mujeres, pero haberlas, haylas.
En esta ocasión, la chica ya tiene unos 26 años y se casó con su novio, ahora marido, hace un año. Se vuelve a encontrar con la pesada de la amiga de la abuela. Ya está algo más vieja y más pelleja, así que la chica se arma con toda la paciencia del mundo. La mujer le suelta: "¡Anda! ¿Ya os habéis casado? Pues ahora a por la criatura, no sea que se os pase el arroz". La chica, que ya le da igual ser descortés, le dice: "Pues me parece a mí, que el arroz se me pasará cuando tenga la menopausia, y para eso todavía me faltan unos 24 años. Y, perdóneme, pero tengo prisa y me tengo que ir". Es que llega un momento, en el que te cansas de estos comentarios.
Ha pasado el tiempo, y la pareja ha tenido un bebé. Como no, se vuelven a encontrar a la mujer. Esta vez, con mucho cuidado les dice: "Qué bonito/a está, y ¿cuándo le vais a dar un/a hermanito/a?". La chica, intentando no ser grosera, le dice: "Pues para cuando éste tenga un par o tres añitos. Eso si no nos plantamos ya y no tenemos ninguno más". La señora se da por contestada, les da los buenos días y se marcha.
Se puede llegar a entender, que haya gente que se preocupe por ti, pero una cosa es eso y otra muy diferente el cotilleo. Porque a ti te hacen estas preguntas, pero luego según lo que les hayas contestado, les van con el cuento a otras personas, que ni les va, ni les viene.
Además, ¿y si esa persona no quiere tener novio/a?, ¿y si no quiere casarse?, ¿y si no quiere tener hijos?, ¿y si es homosexual?, ¿y si tiene algún tipo de enfermedad que no le permite tener hijos?, ¿y si nos metiéramos única y exclusivamente en nuestras vidas y dejamos las de los demás en paz?

DONDE HAY VIEJAS, HAY CHISMES Y CONSEJA

miércoles, 6 de agosto de 2014

Papá, cuéntame un cuento (PV)

Ayer, mi hermano estuvo en casa junto con mi sobrina de 4 años. Llevaban un buen rato ya, cuando la niña, sin venir a cuento, dijo:
-Papá, cuéntame un cuento.
Se notaba que la pobre estaba cansada y quería que estuviéramos por ella. Así que, con mucha imaginación y paciencia, mi hermano empezó así:

"Érase una vez, una niña que vivía en una casita con sus papás. La niña, que estaba en una habitación con su padre, no hacía más que hablar y hablar y hablar, tanto fue así, que su padre le dijo:
-Cariño, ¿por qué no vas un rato con tu madre y le explicas lo mismo que a mi?
Y la niña, muy obediente, se fue con su madre. Ella no dejaba de hablar y hablar y hablar, así que su madre, le dijo:
-Hija mía, ahora mismo no puedo ayudarte, ¿puedes ir un ratito con papá?
Y así se pasó todo el día, de una habitación a otra, hablándoles a sus padres sin parar. Tanto hablaba, que ni comía, ni dormía.
Pasaron los días y la niña se quedó muy delgada, entonces los papás decidieron ir a visitar a un bruja para que les diera una pócima para que dejara de hablar.
-Aquí tienen. Para que funcione, se la tiene que beber entera.
-¿Seguro que funcionará? -Preguntaron los papás muy preocupados.
-Claro que sí. -Dijo la bruja.
Los papás fueron a casa y allí seguía la niña, hablando sin parar. Le dieron la poción y la niña se la bebió entera. Dejaron pasar unos segundos y... ¡Oh, no! Siguió hablando.
Volvieron a ir a la bruja, esta vez con la niña. La bruja al oirla, les dijo a los papás:
-Esto sólo se puede solucionar con una maldición.
-¿Con una maldición? Pero, no le hará daño, ¿verdad?, sólo le afectará a la voz ¿no?. -A los papás les asustaba que la maldición le hiciera daño a su pequeña. Entonces la bruja les explicó:
-No, la maldición no le hará daño alguno. Lo único que provocará, será que no volverá a hablar, nunca.
Los papás se quedaron mirando y, más tranquilos, accedieron a que la bruja maldijera a su pequeña, para que dejara de hablar. La bruja, cogió en brazos a la niña y, mirándola muy fijamente a los ojos, comenzó a pronunciar el conjuro:
-Pataplim, pataplom, pataplam, que esta niña no vuelva a hablar nunca más.
En ese instante, la niña se durmió en los brazos de la bruja y ella, con mucho cuidado, se la devolvió a sus padres y les dijo:
-Ahora dormirá profundamente durante unas horas, cuando despierte, ya no podrá hablar, nunca más.
Los padres se sintieron aliviados y volvieron a su pequeña casita.
Al cabo de unas horas, la niña despertó pero no habló. Los padres se abrazaron contentos por no tener que escuchar sus largas charlas.
Pasaron los días y la casa seguía en silencio. La mamá miraba a su niña y se sentía triste por no volverla a oir. Al papá también le pasaba lo mismo, así que decidieron volver a hablar con la bruja, para ver si podía hacerla hablar sólo un poquito. La bruja les dijo que la maldición no se podía deshacer con ningún conjuro, que lo único que podían hacer era darle muchos besitos y mimos y, de esa forma, volvería a hablar.
Eso hicieron los papás, en cuanto llegaron a casa, cogieron a la niña y empezaron a darles muchos besitos y muchos mimos. Al cabo de un rato, la niña los miró y volvió a hablar como antes de la maldición.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado"

Como habeis podido comprobar, mi hermano tiene muchísima imaginación, pero la niña quedó satisfecha, aunque sólo unos minutos...
De hecho, esta entrada se la dedico a mi hermano, por la paciencia que tiene con mi sobrina y a ella también, por ser tan bicho y cariñosa.