miércoles, 22 de enero de 2014

Más que amigas

Cada canción que escucho me deprime más. Unas me recuerdan a Hector, otras a Sergio. Ahora estoy escuchando la canción de Summertime Sadness, que me hace pensar en Sergio, por el verano que pasamos juntos y por lo triste que fue nuestra despedida. Lo pasamos tan bien juntos, que nos costó separarnos, aunque sólo somos amigos, bueno, algo más que amigos, en realidad.
Con Hector es diferente, porque lo tengo cerca y nos vemos, prácticamente, cada día. Con él tengo, más o menos, la misma afinidad que con Sergio, pero él es mucho más cariñoso, hasta el punto de ser empalagoso. Aún así, no quiero que sufra.
Durante la semana me han estado escribiendo whatsapps y haciendo llamadas, pero no les he contestado. Quieren hablar conmigo, me preguntan constantemente si estoy bien y yo, lo único que quiero es desconectar de los dos.
He llamado a Ruth, para que venga a casa, a ver si al menos me animo un poco. De hecho, tiene que estar al caer. Llaman al timbre. Es ella. ¡Qué bien! Trae consigo un par de pizzas familiares y bebidas. Siempre piensa en todo esta chica, ¡me encanta!.
Mientras preparamos la mesa, le voy contando lo sucedido con Sergio y Hector. Me escucha con atención. No me aconseja, pero me apoya en todo. Me dice que primero debo ordenar mis pensamientos y mis sentimientos, que después todo saldrá según lo que yo decida.
¡Buff! Estoy llenísima. Nos hemos zampado las dos pizzas y las Coca-Colas, voy a explotar. Ruth me pregunta:
-¿Qué música estás escuchando?-Frunce el ceño y arrunga la nariz.-¡Esto es deprimente!
-¡Oh! Es una lista que me hice en el Spotify. Si quieres puedes cambiarla.
Se levanta y se dirige hacia el portátil. Se sienta delante de él y dice:
-Veamos que es lo que tienes por aquí.-Se queda un rato mirando y, de repente: -¡SOY FAN DE TI, DE TU MANERA DE VESTIR, DE CADA GRAMO DE TU MAQUILLAJE, SOY FAN DE VERTE PRESUMIR!
No puedo evitar reírme a carcajada limpia. Su interpretación incluye a su puño por micrófono. Es muy divertido ver como interpreta la canción y cuando termina sigue con una canción de los Fresones Rebeldes. Me uno a ella en su interpretación, cantando y bailando a lo loco.
Estamos exhaustas y nos tiramos al sofá sin dejar de reir. Ay, que bien me viene esto. Ahora pone otra lista de reproducción, a la que llamé Canciones Sensuales. Me dice que ahora vamos a buscar cositas interesantes por internet. Está escribiendo en el buscador una página que se llama Factor Mujer. ¡Oh, Dios mío! Se trata de una página en la que venden todo tipo de juguetes eróticos. Estoy flipando con la cantidad de cosas que tienen. Ruth me dice que ella ya ha comprado varias cosas en esta web, que es bastante asequible y tienen cosas muy interesantes. Le pregunto qué me aconseja que me compre. Me dice que depende de lo que busque, pero que ella empezaría por un vibrador suave. Le digo que me los enseñe. La verdad es que hay una gran variedad de... cacharritos. Continuamos mirando un rato más, hasta que Ruth me dice:
-¡Joder! Estoy super cachonda tía.
Me la quedo mirando y le digo:
-¡Buff! Yo también. ¿Nos liamos?-Le digo medio en broma.
Se queda sorprendida al principio, pero después se me acerca muy poco a poco. Se queda a unos centímetros de mi cara. Noto sus dudas y, me acerco para darle un beso suave en los labios. Me corresponde y sigue besándome lentamente. Me gusta la suavidad con que lo hace. Arrastra su lengua para entrelazarla con la mía. Noto su aliento caliente y húmedo. Su lengua es suave y delicada. Me pregunto como será tener su lengua en mi clítoris. Me abraza seductoramente. Yo le toco la pierna, meto mi mano por debajo de su falda y acaricio su culo. Se sienta encima mío y se quita el jersey, luego sigue besándome, esta vez con más ganas. Paso mi mano por delante para tocar la humedad de su sexo. Está empapada. Aparto la braguita y con mi dedo pulgar acaricio suavemente su clítoris abultado y erecto. Gime. Le gusta. Me quita la camiseta y el sujetador. Mientras sigo acariciándola, se dirige hacia mis sensibles pezones, para mordisquearlos, chuparlos y estirarlos. Sigo castigándola con mi pulgar y le meto los dedos índice y corazón. Los meto y los saco lentamente. Vuelve a gemir con mi pezón en su boca. Yo también jadeo mientras lo succiona y lo estira. Hago que se tumbe en el sofá y le quito las braguitas. Acerco mi boca a su sexo y con la punta de la lengua toco sus labios recorriéndolos despacio. Lamo todo su sexo, con mi lengua plana, una, dos, tres veces. Meto mi lengua en su vagina, saboreando sus jugos. Me grita que no pare. Y sigue gimiendo. Ahora me concentro en su clítoris y le meto tres dedos en la vagina. Está a punto de correrse, así que aumento la intensidad. Arquea la espalda y pronto noto las sacudidas que le provocan los espasmos del orgasmo. Me dice que ha sido brutal, que con ningun tío ha tenido un orgasmo así. Me mira y me dice:
-Tengo algo que te va a gustar. Así que ahora te toca a tí.
Coge el bolso y me dice que me quite el resto de la ropa. Saca un huevo de color rosa, con un cordoncito en el lado más ancho. Es de unos ocho centímetros de largo y unos tres de diámetro. Coge un mando a distancia y me pide que me tumbe. Le pregunto para qué sirve y me dice muy picarona:
-Ahora lo verás.
Me tumbo y me abre un poco las piernas. Comprueba mi humedad haciéndome jadear. Separa con cuidado
mis labios y me introduce el huevo en la vagina. Me pregunta si me hace daño o si noto molestias. Le respondo que no, que lo único que noto es esa cosa. Sonríe con picardía y comienza a comerme el coño. Mmm, me gusta. Tiene la lengua tan suave... ¡Madre mía! noto una vibración dentro de mí que va aumentando poco a poco. ¡Díos! ¡Me encanta! ¡Oh, sigue! Cada vez la vibración es más fuerte y la lengua de Ruth va más rápido. ¡Ay, que me corro! ¡ME COOOOORROOOOO! Me corrí.
Miro a mi amiga con los ojos como platos y ella ríe como una niña pequeña.
-Te ha gustado, ¿eh, pequeña?
Le digo que sí con la cabeza, sonriendo y con los ojos como platos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario